El melón de Carrizales, también conocido como piel de sapo, se ha destacado a nivel internacional por su sabor particular y extremadamente dulce, atribuido a las características del suelo y al sistema de riego utilizado en su cultivo. En el presente año, la producción ha experimentado un notable incremento con respecto al año anterior, alcanzando las 600.000 toneladas de melones cultivados en una extensión de 60 hectáreas.
Pablo Ruz, enalteciendo el trabajo de los agricultores locales, resaltó la importancia de esta producción para Elche, una ciudad que, si bien es reconocida por su perfil industrial, no deja de lado su faceta agrícola y el sector primario. Este año, el 90% de la producción se destinará al consumo local, lo cual es recibido como una excelente noticia para la comunidad.
Fernando Antón, presidente de la Comunidad de Regantes, expresó su gratitud por el respaldo al sector agrario, que permite continuar con la producción del melón de Carrizales. Destacó la singularidad de esta zona de cultivo, con un sistema agrícola complejo que cada año gana más reconocimiento a nivel mundial.
En conclusión, la producción del melón de Carrizales se consolida como un referente de calidad y sabor, gracias al arduo trabajo de los agricultores locales y al apoyo brindado al sector agrario. Este fruto, cultivado en condiciones especiales y con cuidado meticuloso, continúa conquistando paladares tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
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