
La ONG de Calp (Alicante) Visió Sense Fronteres ha llevado a cabo un total de 148 cirugías oculares en su más reciente campaña en el campo de refugiados de Kakuma (Kenia), uno de los mayores asentamientos de personas desplazadas en África, con alrededor de 300.000 refugiados y solicitantes de asilo. Desde la organización consideran que esta acción ha sido un logro significativo.
La mayoría de las intervenciones han sido para tratar cataratas, aunque también se atendieron pacientes con ‘pterigium’ y secuelas de tracoma. Una de las cirugías más destacadas fue la realizada a un niño de solo tres años, con cataratas congénitas en ambos ojos, que pudo ver por primera vez gracias a esta operación bajo anestesia general.
En este campo de refugiados se desplazaron tres oftalmólogos, dos enfermeras, un médico anestesista, tres optometristas y un voluntario. Contaron con la colaboración de la organización humanitaria Embracing the World en Kenia, así como de dos enfermeros locales que llevaron a cabo un exhaustivo proceso de cribado en las semanas previas a la campaña, revisando a cerca de 900 personas, según informó el Ayuntamiento de Calp en un comunicado.
La coordinadora de Visió Sense Fronteres, Isabel Signes, mencionó que «las jornadas han sido intensas y extenuantes, desde el amanecer hasta el anochecer, pero el esfuerzo del equipo, compuesto por oftalmólogos, optometristas, enfermeros y personal local, permitió completar todas las cirugías programadas, entregar 220 gafas de sol para la protección postoperatoria y adaptar gafas graduadas para mejorar la calidad de vida de los pacientes». Además, agradeció la colaboración de Acnur, el Gobierno del Condado de Turkana y el ayuntamiento de Calp.
«Gracias a esto, pudimos devolver la vista y, con ella, la dignidad y la esperanza a personas que llevaban años viviendo en la oscuridad, afectadas por cataratas avanzadas u otras enfermedades oculares sin tratar», destacó Signes.
RESULTADOS CLÍNICOS E «IMPACTO HUMANO»
El campo de refugiados de Kakuma, ubicado en el noroeste de Kenia, alberga a refugiados y solicitantes de asilo principalmente de Sudán del Sur y Somalia, además de otros países africanos como la República Democrática del Congo, Burundi, Sudán y Etiopía, quienes en su mayoría huyeron de conflictos, violencia y persecución en África Oriental y el Cuerno de África.
«La campaña en Kakuma ha sido un verdadero hito, no solo por los resultados clínicos, sino también por el impacto humano: ha devuelto la luz, literalmente, a quienes más lo necesitan», afirmó la coordinadora de la ONG.